Importancia
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Ministerio de Salud Pública del Ecuador (MSP), las buenas prácticas ayudan a prevenir enfermedades, mejorar el crecimiento y fortalecer las defensas naturales del cuerpo.
El período entre el primer y tercer año de vida es una etapa crucial para el desarrollo sensorial, lingüístico, motor y, principalmente, para el establecimiento de hábitos en los niños. Las experiencias cotidianas (alimentación, sueño, juego, higiene) se convierten en rutinas que tienen una influencia significativa y duradera en su salud y bienestar a lo largo de su vida.
Los padres y cuidadores actúan como guías esenciales en la formación de estos hábitos, mediante prácticas como:
- Ofrecer una dieta variada y nutritiva .
- Fomentar la actividad física y el juego .
- Mantenga horarios regulares de comida y sueño.
- Enseñar la importancia de la higiene .
Organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Ministerio de Salud Pública del Ecuador (MSP) respaldan que estas prácticas contribuyen a la prevención de enfermedades , optimizan el crecimiento y fortalecen las defensas naturales del cuerpo. La FAO y UNICEF añaden que un entorno de afecto, cuidado y ejemplo positivo facilita la asimilación de hábitos saludables, como el gusto por alimentos sanos, la actividad y el autocuidado, considerándolo una inversión fundamental para el futuro de los niños.
1. Alimentación saludable:
la base del crecimiento Entre el primer y tercer año, los niños necesitan una alimentación variada, natural y equilibrada para cubrir todas sus necesidades nutricionales. En esta etapa, los pequeños aprenden a probar nuevos sabores y texturas, por lo que es importante ofrecerles alimentos de todos los grupos:
• Frutas y verduras frescas todos los días.
• Cereales integrales como avena, arroz o maíz.
• Proteínas provenientes de carnes magras, huevos, legumbres o pescado.
• Lácteos como leche, yogur o queso en cantidades adecuadas.
La OMS recomienda evitar el consumo de alimentos ultraprocesados, bebidas azucaradas, frituras y sal en exceso. En su lugar, se debe fomentar el agua como bebida principal y compartir las comidas en familia, creando un momento agradable y educativo.
Consejo práctico: Permite que el niño participe en la elección o preparación de algunos alimentos. Esto fortalece su autonomía y lo motiva a comer de forma saludable.
2. Actividad física y juego: moverse para aprender
El movimiento es parte esencial del desarrollo infantil. Los niños pequeños aprenden a conocer su cuerpo, coordinar movimientos y fortalecer músculos a través del juego activo. Correr, saltar, trepar o bailar son actividades que, además de divertidas, estimulan su desarrollo físico y mental. De acuerdo con la OMS (2020), los niños de 1 a 3 años deben realizar al menos 180 minutos de actividad física variada a lo largo del día, adaptada a su edad y habilidades.
Limitar el tiempo frente a pantallas también es fundamental: no se recomienda su uso antes de los 2 años, y debe ser mínimo y supervisado después de esa edad.
Consejo práctico: Jugar al aire libre, en el parque o en casa, ayuda a fortalecer lazos familiares y mejora la salud emocional del niño.
3. Sueño y descanso: crecer mientras se duerme
Dormir bien es tan importante como comer bien.
Durante el sueño, el cuerpo del niño libera hormonas que favorecen el crecimiento, fortalecen las defensas y consolidan el aprendizaje. Los niños de 1 a 3 años necesitan dormir entre 11 y 14 horas diarias, incluyendo las siestas, según la Academia Americana de Medicina del Sueño y el MSP Ecuador.
Mantener rutinas regulares para acostarse y levantarse ayuda a que el niño se sienta seguro y descanse mejor.
Consejo práctico: Evita pantallas o juegos muy activos antes de dormir. Leer un cuento o cantar una canción puede convertirse en un ritual relajante y afectivo.
4. Higiene personal: pequeños pasos hacia la independencia Aprender hábitos de higiene es parte del proceso de autonomía del niño. Desde pequeños, deben aprender a lavarse las manos antes de comer y después de ir al baño, cepillarse los dientes después de las comidas y mantener la limpieza de su cuerpo y ropa.
El MSP y UNICEF destacan que el lavado de manos con agua y jabón es una de las medidas más efectivas para prevenir enfermedades comunes como diarreas e infecciones respiratorias.
Consejo práctico: Enseña el lavado de manos como un juego, usando canciones o historias, para que el niño lo asocie con algo divertido y positivo.
5. Amor, paciencia y ejemplo: la base de todo hábito Los niños aprenden observando.
- Más que las palabras, lo que más influye en su conducta es el ejemplo de los adultos que los rodean.
- Si los padres y cuidadores practican hábitos saludables, los pequeños los imitarán de manera natural.
- Mostrar cariño, reconocer los logros del niño y ser constante en las rutinas ayuda a crear un ambiente de confianza y bienestar emocional.
- La UNICEF destaca que un entorno afectivo y seguro es esencial para el desarrollo integral del niño y para que los hábitos se mantengan a largo plazo.
Educar en buenos hábitos desde los primeros años es una tarea que requiere amor, paciencia y constancia, pero sus beneficios son incalculables. Alimentar bien, promover el movimiento, cuidar el sueño, enseñar la higiene y brindar cariño son acciones que construyen salud y felicidad. Los padres y cuidadores son los verdaderos protagonistas de este proceso. Con su ejemplo diario, están sembrando las bases para que los niños crezcan fuertes, seguros y con una vida llena de bienestar. Como afirma la OMS, los buenos hábitos formados en la infancia son el mejor regalo que se puede dar a un niño: una vida saludable desde el comienzo.
📚 Referencias
- Academia Americana de Medicina del Sueño (AASM). (2021). Recomendaciones de horas de sueño para niños y adolescentes. Sleep Medicine Reviews. Recuperado de https://aasm.org/
- FAO. (2023). Guía sobre alimentación saludable para niños y niñas menores de 5 años. Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. https://www.fao.org
- Ministerio de Salud Pública del Ecuador (MSP). (2024). Guía práctica para la promoción de hábitos saludables en la primera infancia. Quito: MSP. Recuperado de https://www.salud.gob.ec
- Organización Mundial de la Salud (OMS). (2020). Guidelines on physical activity, sedentary behaviour and sleep for children under 5 years of age. World Health Organization. https://www.who.int/publications/i/item/9789241550536
- Organización Mundial de la Salud (OMS). (2024). Recomendaciones para una alimentación saludable en la primera infancia. OMS. https://www.who.int
- UNICEF. (2023). Crianza positiva: hábitos saludables y bienestar infantil. Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia. https://www.unicef.org
- UNICEF & FAO. (2023). Entornos saludables para la infancia: alimentación, juego y afecto como pilares del desarrollo. Naciones Unidas. https://www.unicef.org